La lucha de los trabajadores, y sus sindicados organizados en la “Multigremial Salud Sector Oriente” de la Región Metropolitana de Santiago, formado por administrativos, técnicos paramédicos y personal de enfermería (el sector médico se sumó a la lucha mucho mas tarde y “muy tímidamente”), logró tras 28 días de huelga, bloqueos de calles, marchas, presión política a través de diputados, etc. dar marcha atrás al proceso de privatización del hospital del Salvador.
Ya en agosto, tuvo lugar un paro nacional de 24 horas en el sector salud contra las concesiones en hospitales.
El acuerdo firmado con el gobierno establece la creación de una mesa técnica entre el Ministerio de Salud, los sindicatos y representantes de usuarios que vigilará sobre TODOS los aspectos de la concesión. Para el acuerdo, se contó con la mediación del padre Felipe Berríos (http://es.wikipedia.org/wiki/Felipe_Berr%C3%ADos) que dijo que “la mesa de negociación donde se firmo el acuerdo no es un confesionario y frente a cualquier intento del gobierno de no cumplir va a hablar”.
Por parte del gobierno se habla de “no bajar la concesión” (rescindirla) pero se firmó que se trabajará sobre los artículos 19 y 20 de la ley de concesiones que estipula hasta rescindir servicios externalizados a cambio del pago de multas, cambio de condiciones, etc. El Gobierno anunció que se revisarán "todas las obras y servicios" contratados en la concesión, resguardando el valor patrimonial y los requerimientos técnico-sanitarios.
En la práctica se va a construir el hospital a través de la concesionaria, cosa que siempre ocurría en Chile, pues el estado chileno no tiene constructora propia, pero por primera vez se cuestiona de forma TOTAL la posterior explotación privada de los servicios, que es donde mayor es la ganancia de la concesionaria y mayor es el deterioro de la calidad asistencial para los pacientes.
Es la primera vez en Chile que un movimiento popular pone frenos a una concesión hospitalaria. Además se va a enviar una propuesta de ley que prohíbe explícitamente la utilización de las concesiones en el sector de la salud pública. Si se logra la aprobación de la ley, se pararía de una vez para todo cualquier intento de seguir desmantelando la salud pública, aunque los trabajadores anunciaron que seguirán luchando para revertir otras concesiones ya existentes como las del hospital Felix Bulnes.
Además, el gobierno se “compromete” a “no concesionar más partes de la salud pública”, de forma que retirará todos los proyectos de salud pública que estaban en carpeta por concesionar, mientras que un grupo de parlamentarios prepara una ley que excluye explícitamente la salud pública de la ley de concesiones, que se seguirá aplicando en aeropuertos, puertos, autopistas, recursos naturales y servicios básicos. En estos momentos, a pesar de haber firmado un acuerdo comprometiéndose a no utilizar el “modelo concesión”, el gobierno sigue haciendo declaraciones en el sentido de que se “concesionaria” el Hospital del Salvador. Ante el peligro que el gobierno quiera invalidar el acuerdo, los gremios y trabajadores siguen en alerta. Tienen claro que la lucha termina cuando los acuerdos sean realidad. Hoy jueves está prevista una asamblea de trabajadores y está planificada una rueda de prensa para mañana viernes en el Ministerio de Salud, acompañada por una movilización en el lugar para dejar en claro: “Ni un paso atrás”.
CAS-Coordinadora Anti Privatización de la Sanidad, octubre de 2014.